La Supercopa se tiñó de "blanco"
- Emma
- 16 ago 2017
- 2 Min. de lectura

Hay vientos de cambio en España: luego de varios años de dominio del Barcelona, es el Real Madrid el dueño actual del fútbol mundial. Hoy confirmó esta tendencia al quedarse con la Supercopa de España al vencer al equipo catalán por 2-0 (5-1 el general), mostrando un gran nivel de juego a pesar de la baja de Cristiano Ronaldo y dejando en la oscuridad al conjunto dirigido por Valverde.
A pesar del cambio de estrategia por parte del Barcelona con la idea de incrementar el poder ofensivo (3-5-2), fue el Real Madrid quién apretó y provocó sofocones a la defensa "culé" desde el minuto 0, con una presión que obligó al error constante de Piqué y compañía, a tal punto que Asensio abrió el marcador al minuto de juego gracias a un sablazo de afuera del área que contó con la complicidad de un flojito Ter-Stegen.
Una vez que Barcelona logró agarrar la pelota, el partido siguió un cauce normal: posesión por parte del azulgrana, férrea defensa del Madrid pero siendo peligroso en la contra. Un espejismo mostró a Messi cara a cara con Navas, pero el hilo del primer parcial lo llevó el blanco: con la clase de Modric, la movilidad de Lucas Vázquez, el buen nivel de Kovacic y el olfato goleador de Benzema, que le comió la espalda a Umtiti y anotó el 2-0 que sería el resultado final.
Nada fue distinto en el segundo tiempo: posesión obsoleta por parte del Barcelona, presión, firmeza y contragolpes letales del lado del Real. Otro espejismo mostró un tiro en el travesaño de Messi a los 53', que lució muy sólo y rodeado siempre de varias camisetas blancas. La estrategia de soltar a Alba y Roberto nunca hizo funcionar a un Barcelona sin conexión y errático, que extraño más de la cuenta a Iniesta y a Neymar.
El Madrid siguió siendo dueño del encuentro, otra vez manejado por un impecable Modric (la número 10 pareció “vitaminarlo”) y sometiendo a un "loco" permanente al blaugrana, que esbozó un intento de recuperación gracias a un tiro en el palo de Suárez. Con el ingreso de Deulofeu Barcelona procuró darle algo de dinámica a sus ataques pero chocó una y otra vez con una muralla blanca que impuso condiciones y se terminó de llevar el partido.
De esta manera, Real Madrid consiguió su décima Supercopa (la última había sido en 2012 ante el mismo rival), continuando con la racha que había arrancado hace menos de dos meses con LaLiga y la Champions. Y no sólo humilló a su rival de toda la vida si no que lo sumió aún más en una crisis que, parece, no tiene final.
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