¿Es Roger Federer el jugador más querido de la historia del tenis?

Muchos de los periodistas contemporáneos (entre los cuales, sin escrúpulos, me incluyo), tienen el problema de querer "ordenar" a los distintos protagonistas en una lista en donde el primero es el mejor. Pasa en la política, en la sociedad y, sobre todo, en el deporte. Tenemos una obsesión para darle el título de "el mejor" a alguien.

¿Error? Es probable, dado a que la subjetividad con la que se pueden manejar estas cosas "ensucian" cualquier ordenamiento. Que Maradona o Pelé o Messi. Que Jordan, Bryant o James. Que Rossi, Agostini o Márquez. Que Federer, Nadal o Laver. Que Fangio, Senna o Schumacher. Y perdón a Di Stéfano, Bird, Doohan, Sampras o Prost.

Pero cometer ese "error" es algo totalmente irresistible. Y en estos párrafos vamos a hacerlo una vez más. Existen en ocasiones variables para analizar distintas a un gol, un título, una canasta, un winner o un título, como para determinar si alguien es "el mejor" en lo que hace. Y puntualmente todo lo deportivo ayuda, y mucho, a este personaje.

Nada descubrimos si decimos que Roger Federer tiene 17 trofeos de Grand Slam o 302 semanas como líder del ranking de la ATP. Él es historia viva en el tenis, tanto por sus logros como por su amor al deporte que lo llevó a la fama. Ahora, ¿la gente lo quiere tanto como su derecha daña a los rivales? ¿Es Federer el jugador más querido de la Historia?

Tenemos motivos de sobra para creer que sí. Quizás sea el aura de "el más grande de todos los tiempos" que siempre llevará junto a su apellido. Sus logros van mas allá del tenis mismo en el momento en que otros deportistas reverencian a Su Majestad. A nivel juego, llevó al tenis a un sitio más alto del que había estado jamás y eso no se duda.

¿Será qué, a los 35 años, está mas cerca del retiro que nunca? ¿Pesa el "quizás nunca más venga aquí"? Luego de seis meses de lesión, el suizo asistió a Perth por primera vez para disputar la Copa Hopman. La friolera de 13 mil personas (récord del certamen) asistieron a su primer partido ante Evans, que zanjó con una victoria. "Federermanía" a flor de piel.

A pesar de estar un escalón por debajo de Novak Djokovic en cuanto a show (el serbio se roba literalmente el espectáculo), Federer es pasión de multitudes. Desde sus actuaciones en los "Kids Day", sus clásicas fotos con los ballboy en Basilea o aquellos vídeos de exhibiciones, simplemente la gente adora al múltiple campeón.

¿Será el "dios deportivo" que más humano se muestra? Nadie olvidará el "Dios, esto me está matando" en un partido ante un Rafa Nadal imposible para él en esos tiempos (2009). Tampoco sus llantos varios a la hora de alzar títulos (Wimbledon sabe al respecto). Ni mucho menos como dio la "vuelta olímpica" en andas luego de ayudar a conquistar la Copa Davis para Suiza.

Todos queremos que gane un título más, todos queremos ver sus derechas a la línea, todos disfrutamos con sus subidas a la red, todos queremos esa ansiada 18° corona en Grand Slam. Todos queremos a Federer, y es por eso que perdemos la subjetividad para afirmar que es el jugador más querido de todos los tiempos. Salud, Su Majestad.